No creas que puedo olvidar fácilmente
estoy llena de esos papelitos descoloridos, en el bolsillo.
Esos papelitos, en dónde me enseñaste a escribir pensamientos.
Sentimientos (qué nunca aprendí bien a decir).
Pensé que las palabras podrían salvarme,
pero ya ves, es domingo.
Y a veces no alcanzan para tranquilizarme.
A vos te pasaba lo mismo,
pero te vas a un bar
comprás una cerveza
y el mundo (qué suele ser una mierda),
deja de existir.
Estabas ahí esa noche,
sólo, cómo siempre, liberando fantasmas.
Y yo entré, te vi y me asuste,
pensé que estabas loco,
(seguramente yo no me ví).
Muchas veces vemos afuera,
lo que más tememos ver adentro.
Una mentira amplificada.
Ya sé que el día no está gris, ni llueve,
pero si pudieras ver lo que sucede
en las imágenes que inundan mi cabeza,
entenderías.
Lo real está ahí,
afuera es una película,
muchos van a buscar pochoclos, se ríen y la ven.
La vida es otra cosa.
Vos sabés y yo también.
Los dos cargamos una herida.
Nadie conoce verdaderamente a una persona
hasta que no sabe acerca de su dolor.
No es nostalgia, no te equivoques,
es certeza, que es mucho peor.
Vos sabés que yo nunca fui muy brillante
pero sé hacer algunas cosas
y cada vez tengo menos miedo.
Voy a decir mi verdad, en estos papelitos que me dejaste.
Voy a coser estás muñecas, sin ser costurera
y así quizás pueda aprender a olvidarte.